Londres, Reino Unido (7 de junio de 2025). La nueva temporada de la Gran Turismo World Series comenzó oficialmente. El sábado 7 de junio, se llevó a cabo la ronda 1 en el historiado Television Centre en White City, Londres, situado a una distancia corta del centro de compras Westfield. La acción comenzó con la Manufacturers Cup, que abonó el terreno para aquello que se convertiría en un día de automovilismo inolvidable.

En la Manufacturers Cup, convergen los mejores equipos de fabricantes del mundo provenientes de las clasificaciones online, junto con los socios oficiales Toyota y Mazda, que conforman una grilla de 12 participantes. Cada equipo está representado por un trío de pilotos (uno de la región de Europa/Medio Oriente/África, otro de América y otro de Asia/Oceanía), seleccionados a partir de su rendimiento durante las clasificaciones. En la ronda 1 en Londres, toda la atención estuvo depositada en los pilotos de Asia/Oceanía, quienes se encontraban ansiosos por demostrar su valía ante todo el mundo al librar la batalla inicial de la temporada.

El público atestado mantuvo la respiración mientras Seiya Suzuki de BMW marcó una vuelta supersónica en el rápido e inclemente circuito Tokyo Expressway, quien impidió que Takuma Miyazono de Subaru (Kerokkuma_ej20) se quedara con la primera posición de salida para la Gran Final. Justo detrás de ellos, Shota Sato de Porsche y Kanata Kawakami, representante del campeón defensor Lexus, definieron la segunda fila.

Gran Final: Tokyo Expressway - Sur en sentido antihorario, 20 vueltas

El público permaneció ansioso mas callado en su lugar, a la espera del comienzo de la primera carrera en vivo de la temporada. Como siempre, la estrategia de neumáticos fue un factor determinante para el resultado final. Los equipos tenían la opción de competir con neumáticos blandos o medios la cantidad de veces que quisieran. Así y todo, dado que la opción más blanda se desgasta con mayor velocidad, era fundamental planificar de manera cautelosa. Cada equipo debía realizar al menos una parada en boxes, aunque los pilotos que optaran por los neumáticos blandos de mayor agarre deberían contemplar dos paradas.

Como era de esperarse, los dos pilotos al frente de la grilla eligieron comenzar con neumáticos blandos a fin de desligarse del pelotón y generar una ventaja imponente antes de sus paradas técnicas. El resto del pelotón fue a lo seguro y optó por los neumáticos medios, con la esperanza de lograr un ritmo constante, antes de migrar a los neumáticos blandos.

Cuando se ondeó la bandera verde, los autos salieron rugiendo desde la línea de salida y crearon una disciplinada formación al ingresar a la curva 1. Tal y como había sido planeado, hacia la tercera vuelta, Seiya Suzuki (Half-SpiritCRV86) en el BMW M6 GT3 y Takuma Miyazono (Kerokkuma_ej20) en el Subaru BRZ GT300 comenzaron a distanciarse de los demás y acumularon una ventaja de más de dos segundos. Detrás de ellos se libraba un combate de posiciones, con Kanata Kawakami (QTD_Kawakana) en el Lexus RC F GT3, Shota Sato (anchovy_sand_) en el Porsche 911 RSR, Kenta Morimoto (HeAvN_RB26) en el Toyota Supra y Ryota Kokubun (Akagi_1942mi) en el Mazda RX-Vision GT3. Cada piloto desafiaba los límites, la diferencia entre el tercer puesto y el último era de un puñado de segundos. Por este motivo, la tensión podía cortarse con un cuchillo en cada vuelta.

La lucha se extendió desde el tercer lugar hasta el duodécimo, mientras los pilotos intercambiaban rebufos y apostaban posiciones frenando de menos. Este feroz enfrentamiento resultó ideal para los líderes, que pudieron aprovecharlo a fin de aumentar la ventaja a su favor. Para la vuelta 6, Suzuki y Miyazono habían abultado su liderazgo a más de cuatro segundos.

Al llegar a la vuelta 7, sus neumáticos blandos ya estaban completamente desgastados, motivo por el cual Suzuki y Miyazono ingresaron a boxes para colocarse neumáticos medios más resistentes, que les alcanzarían para cruzar la línea de llegada sin tener que realizar otra parada. Mientras tanto, Porsche, Toyota y Mazda avanzaron a las tres primeras posiciones. Sus neumáticos medios estaban preparados para durar otras cinco o seis vueltas antes de que llegara la hora de poner en marcha sus propias estrategias de boxes.

En el punto intermedio de la carrera, los cinco mejores pilotos se encontraban a tan solo un segundo de distancia, por lo que la carrera podía quedar en manos de cualquiera. En la vuelta 10, Porsche entró a boxes en busca de neumáticos nuevos y eligió otra vez los medios. En la vuelta siguiente, Kokubun consiguió la cabecera para Mazda, aunque su RX-Vision (y todos los punteros) todavía debían realizar sus paradas correspondientes.

Ahora, el pelotón debía tomar una decisión crítica: cuándo parar en boxes y qué tipo de neumáticos elegir. En la vuelta 12, los líderes de la carrera tomaron la decisión. Todos se calzaron neumáticos blandos con la intención de incitar a Miyazono y Suzuki, que se encontraban con neumáticos medios. Luego de la tanda de paradas técnicas, Suzuki se ubicó por delante de Miyazono. La dupla llevaba una ventaja considerable de más de cinco segundos sobre sus perseguidores.

En la vuelta 16, tuvo lugar el momento más electrizante de la carrera. El Porsche de Sato, que competía con neumáticos medios, fue presionado de forma implacable por el Mazda de Kokubun y el Lamborghini Huracán GT3 de Yusuke Goto (SZ_Goto25), ambos equipados con neumáticos blandos más veloces. Goto encontró una oportunidad tras escurrirse por la parte interna de Sato y Kokubun al pasar por la horquilla, lo cual le permitió capturar el tercer puesto. Sin embargo, aún quedaba mucho combate por delante, puesto que Morimoto realizó una audaz maniobra por su cuenta y recuperó la posición de Goto. Mientras el pelotón enfilaba hacia la próxima horquilla, el Lexus de Kawakami golpeó la parte trasera del 911 de Sato y provocó que el Porsche diera un trompo y se estampara contra la pared, lo cual desmanteló la carrera de Sato. Por semejante error, Kawakami recibió una cuantiosa penalización de tres segundos, que disipó toda esperanza de obtener un resultado sólido.

Ante dicha escaramuza en el espejo retrovisor, Suzuki y Miyazono convirtieron la carrera en un duelo mano a mano. La pareja peleó con valentía e intercambió el mando en las dos últimas vueltas. Sin embargo, al final, el equipo de Subaru cruzó la línea de llegada primero, fue recibido por la bandera a cuadros y sumó seis puntos en el campeonato. La impecable conducción de Suzuki al mando del BMW le permitió obtener un merecido segundo lugar y cinco puntos, mientras que el desempeño firme y constante de Kokubun rindió frutos, ya que finalizó tercero y logró que Mazda se subiera al podio.

Fue una competencia reñida, una exhibición de talento y determinación por parte de cada piloto, donde una vez más se demostró por qué se encuentran entre los doce mejores pilotos del mundo.

Después de la carrera, Miyazono dijo lo siguiente: “Mi ritmo no fue espectacular, pero logré obtener el segundo lugar en la clasificación. Practico mucho con Seiya Suzuki, quien fue mucho más rápido que yo durante la carrera. Por este motivo, decidí adoptar una estrategia parecida a la suya. Si me mantenía cerca de él durante toda la carrera, supuse que quizás tendría una oportunidad. Al final, creo que mi victoria fue en gran parte gracias a la asombrosa velocidad de Suzuki”.